Para el Dr. Jesús Garrido, en realidad no existen los niños que no comen. Entonces, ¿cómo actuar frente a este problema? ¿Cuándo nos debemos preocupar?
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PediatríaPara el Dr. Jesús Garrido, en realidad no existen los niños que no comen. Entonces, ¿cómo actuar frente a este problema? ¿Cuándo nos debemos preocupar?
Es común escuchar a padres preocupados porque su hijo no come. Sin embargo, según el pediatra Dr. Jesús Garrido, la frase "mi hijo no come nada" no es del todo cierta. Algo tiene que comer para mantenerse activo. El problema, en muchos casos, reside en las expectativas de los padres, que pueden ser demasiado altas.
Si el niño lleva una dieta variada, no picotea entre horas, come a las horas de las comidas y muestra un desarrollo adecuado en cuanto a peso y talla, no hay de qué preocuparse. Lo más probable es que esté comiendo lo que necesita según su edad y nivel de actividad. El Dr. Garrido insiste en que, en estos casos, los padres deben confiar en los mecanismos de autorregulación de sus hijos y aceptar que están comiendo lo suficiente.
Un problema diferente es el del niño que come mal. Esto se refiere a aquellos niños que tienen una dieta pobre, basada en los mismos alimentos, y que comen a deshoras. Aunque estos niños pueden tener un peso y desarrollo normal, a largo plazo esta alimentación restrictiva puede acarrearles problemas de salud.
El Dr. Garrido explica que el hambre es un aliado fundamental para combatir la mala alimentación infantil. Es importante no ceder a la tentación de ofrecer al niño alimentos poco saludables entre horas, como zumos, galletas o yogures, por pena a que se quede con hambre. Estos alimentos, ricos en azúcar, solo contribuyen a disminuir el apetito del niño y a perpetuar el problema.
La clave está en ofrecer al niño una comida sana y de calidad a la hora de la comida, sin ofrecerle ninguna otra opción. Si el niño tiene hambre, comerá lo que le ofrezcan. Puede ser una situación difícil para los padres, pero es importante ser firmes y constantes. A largo plazo, esta estrategia dará sus frutos y el niño aprenderá a comer de forma saludable. Es fundamental recordar que los niños que comen mal de pequeños tienen más probabilidades de seguir una dieta poco saludable en la edad adulta, lo que puede derivar en problemas de salud.
El niño que no come En realidad El niño que no come no existe. Es una cosa que debería hacer tanto el mundo, pero no podemos evitarlo. Pediatras no encontramos sistemáticamente la consulta a padre que nos viene diciendo es que mi niño no me domina, pero algo que mira y que no condena la verdad es que no tengo absolutamente nada. Hombre. La realidad lo que encontramos de verdad en eso el niño que dicen que no comen, que ha ido caso fundamentalmente el primero de los padres que creen que su hijo no come lo suficiente cuando en realidad se está comiendo lo que él necesita. Y el problema son las expectativas que tienen los padres Esto cuando sabemos porque el niño tiene una dieta variada porque come razonablemente bien. Su comida no está picoteando todo el día y tiene sobre todo una evolución en el peso, en la talla y en su desarrollo, que es normal y está sano. Ese niño no tiene ningún problema. Su problema es que sus padres creen que debería de comer más problema. La solución es muy sencilla. Su padre tienen que aceptar que los mecanismos de regulación del niño le están diciendo que lo que necesita es eso y todo está funcionando bien y su dieta variada y no va a tener ningún problema en el futuro para hacerlo así. Con lo cual ese caso fuera Segundo caso Hay niño Sin embargo la padre dicen que no come bien y ese niño es que no come la hora de la comida. Tiene una dieta pobre, siempre come lo mismo. Tiene una serie de comodines que son los que le quitan el hambre. Y cuando llega la comida de verdad, sistemáticamente la rechaza. Ese niño sí que tiene un problema. A veces incluso está bien. Tiene un peso que está dentro de la normal. Tiene un desarrollo del normal, pero sabemos que más tarde o más temprano, tener una dieta tan restrictiva le va a causar problema. En ese caso. Cuál es la solución? La solución es que los padres entendamos que tenemos un aliado buenísimo para conseguir que el niño como bien es tan bueno, tan fuerte que era uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis. El hambre Pero los padres al mismo tiempo. Tenemos un enemigo que yo diría que más fuerte que los cuatro jinetes del Apocalipsis junto a la pena Me da una pena de dejar al niño sin comer porque rechaza la comida y ahora me piden yo que le doy el yo Cuando. Nosotros empezamos pensando que el niño no come bien. Es frecuente que lo que hagamos, empezar aguantarle sustituto posible. Cuando eso pasa, el niño empieza a seleccionar la comida y empieza a elegir y es muy fácil saber que lo voy a elegir. La mayoría de los niños son muy previsible, lo que les gusta, que producto rival en azúcar, la mayoría de los niños que no comen bien. En ese sentido, Lo, que toma de la teva federado sumó trocito de pan, trocito de galleta, trocitos, trocito a trocito. Todos son productos ricos en azúcar. Cuál es el problema? Que el hambre se regula en función del azúcar que hay en sangre. Cuando el azúcar baja, tengo hambre. Si el azúcar sube, se me quita el hambre. Sí, yo lo que tengo son muchas veces al día pequeña cantidad de productos azucarados. Cuando me plantea la comida adelante. Yo no tengo hambre. Si me pones para comer al lado un zumo, yo leído este olvido al fútbol, meterá el subidón de azúcar se me ha quitado el hambre y el plato de comida. No lo quiero para nada, pero enseguida baja y al ahora te estoy viendo el yogur y a la hora de tuvieron la galleta y como me da pena, porque no está comiendo bien, se lo doy. Cuál es la solución? En este caso no teneis que ha peleado con el niño para que coma, Simplemente tenía que decidir vosotros, que es lo que le ofrecéis y poner solamente comida de calidad. Cuando el niño lápida, si quiere comérsela, se la come. Si no la quiere, no se la come, pero no le vamos a ofrecer ningún sustituto y la única bebida que vamos a darle va a ser agua. Cuando hacemos eso, el resultado de que el niño tiene dos opciones o se muere de hambre o con lo que hay, ninguno se muere de hambre. Hay gente que cuando explicamos esto dice hombre, eso no muy respetuoso con el niño. Le estamos obligando a pasar hambre para que acabe comiendo lo que nosotros queremos. Pero lo que tenemos que entender que en esta situación concreta la dinámica que está llevando el niño es que tiene una dieta cada vez más restrictiva, cada vez más pobre, y eso le va a acabar perjudicando en el futuro. Los niños muchas veces saben lo que quieren y tener los medios para conseguirlo, pero no sabe lo que le conviene Precisamente la diferencia entre lo bueno y lo malo, Padre son aquellos que piensa algo plazo, que es lo más beneficioso. El niño. Y aunque suponga pasar un mal rato, lo hacen porque saben que lo que beneficia al niño cuando hacemos esto, a pesar de que estamos forzando un poco al niño, la estamos haciendo pensando en que en el futuro tenga una dieta sana. Tenemos que entender que los niños que no comen bien de pequeño generalmente es un niño que luego tiene una mala dieta, el reto de su vida. Y eso cambia muchísimo. Problema de su salud Piensa el colecho