El anillo vaginal es un método anticonceptivo que consiste en la introducción de un aro de silicona en la vagina. Dicho aro va desprendiendo hormonas que evitan la concepción. La sexóloga de Mipsico, Marta García Peris, explica que «su funcionamiento es similar al de la píldora, pero en vez de tener que estar tomando una pastilla cada día a la misma hora, el anillo lo hace por ti, liberando sus hormonas de forma progresiva».
Al tratarse de un método anticonceptivo hormonal, García Peris explica que no puede comenzar a tomarse por iniciativa propia. «Hay que acudir al ginecólogo y que nos informe de cómo funciona, cuáles son los efectos secundarios, etcétera», comenta.
Como poner el anillo vaginal
Una vez que el ginecólogo recomiende su uso, cómo ponérselo es muy sencillo. Al ser elástico, de silicona, solo hay que doblarlo un poco e introducirlo hacia el interior de la vagina, empujando un poco para asegurarse de que queda bien introducido. Una vez en el interior de la vagina, él solo se coloca de tal forma que ni molesta ni se siente.
¿Puede salirse solo? La sexóloga explica que así es, pero que basta con volver a meterlo. «Si se nos sale, nos lavamos con agua, le lavamos bien a él también con agua y nos lo volvemos a poner». El único peligro es que pase varias horas fuera de la vagina, porque entonces sí que puede perder la contracepción.
El anillo vaginal permanece dentro de la vagina 21 días, y luego se descansa durante siete, siendo en esta semana en la que se ha de producir el periodo. Para sacarlo, es muy sencillo, se localiza con un dedo en el interior de la vagina y se tira de él.
Como ventajas, el anillo vaginal tiene una muy clara: la comodidad. Como desventajas, la más importante es que al no tratarse de un método anticonceptivo de barrera, no previene de las ETS.
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