Metamizol: ¿Cuándo y cómo debemos tomarlo?
El metamizol es un fármaco con propiedades analgésicas y antipiréticas, utilizado para aliviar el dolor y reducir la fiebre. A diferencia de otros medicamentos como el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico, su efecto antiinflamatorio es limitado a las dosis habituales.
Su acción antiespasmódica lo convierte en una opción eficaz para tratar dolores causados por contracciones musculares, como los cólicos biliares o intestinales.
Usos del metamizol
El metamizol está indicado para el tratamiento del dolor en situaciones como:
Dolor postoperatorio
Dolor por traumatismos
Dolor de tipo cólico
También se utiliza para tratar la fiebre que no responde a otros medicamentos.
Presentaciones y dosis
Las presentaciones más comunes de metamizol son:
Cápsulas de 575 mg
Supositorios
Gotas orales
Inyectables
La dosis habitual de las cápsulas es de 1 cápsula, 3 a 4 veces al día. Es fundamental seguir las indicaciones del médico o farmacéutico en cuanto a la dosis y duración del tratamiento.
Efectos secundarios del metamizol
El metamizol suele ser bien tolerado, pero en algunos casos puede causar efectos secundarios. Los más comunes son:
Reacciones alérgicas: Especialmente en personas alérgicas a otros analgésicos o con antecedentes de asma o urticaria. Los síntomas incluyen erupciones cutáneas, picor generalizado, hinchazón de la cara, labios o garganta. Ante estos síntomas, se debe buscar atención médica inmediata.
Agranulocitosis: Es una reacción adversa grave que disminuye las defensas del organismo, aumentando el riesgo de infecciones. Debido a este riesgo, se recomienda utilizar metamizol bajo supervisión médica y evitar tratamientos prolongados (más de 7 días) sin indicación médica.
Precauciones y recomendaciones
No se debe utilizar metamizol sin receta médica.
Es importante informar al médico sobre cualquier alergia a medicamentos, incluyendo el metamizol, ibuprofeno o ácido acetilsalicílico.
Se debe tener precaución en pacientes con asma, urticaria o enfermedades hepáticas o renales.
El metamizol puede interactuar con otros medicamentos, por lo que es importante informar al médico sobre cualquier otro medicamento que se esté tomando.
En resumen, el metamizol es un fármaco eficaz para el tratamiento del dolor y la fiebre, pero es fundamental utilizarlo de forma responsable y bajo supervisión médica para minimizar el riesgo de efectos secundarios.