Mesalazina: ¿Qué es y para qué se utiliza?
La mesalazina, también conocida como ácido 5-aminosalicílico (5-ASA), es un medicamento antiinflamatorio que actúa específicamente en el intestino. Se utiliza para tratar enfermedades inflamatorias intestinales (EII) como:
Colitis ulcerosa: Inflamación y úlceras en el revestimiento del colon (intestino grueso) y el recto.
Proctitis ulcerosa: Inflamación y úlceras en el revestimiento del recto.
Enfermedad de Crohn: Inflamación crónica que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, aunque se observa con mayor frecuencia en el intestino delgado y el colon.
¿Cómo actúa la mesalazina?
Aunque no se conoce completamente su mecanismo de acción, se cree que la mesalazina actúa localmente en el intestino, reduciendo la inflamación al bloquear la producción de sustancias químicas inflamatorias llamadas prostaglandinas y leucotrienos.
Presentaciones y administración de la mesalazina
La mesalazina está disponible en diferentes presentaciones, lo que permite administrarla de diversas formas según la localización y la gravedad de la inflamación:
Comprimidos y cápsulas: Se toman por vía oral y se utilizan para tratar la inflamación en el colon y el recto.
Enemas: Se administran por vía rectal y se utilizan para tratar la inflamación en el recto y la parte inferior del colon (colon sigmoide).
Espumas rectales: Similares a los enemas, se administran por vía rectal para tratar la inflamación en el recto.
Dosis y duración del tratamiento
La dosis y la duración del tratamiento con mesalazina varían en función de la gravedad de la enfermedad, la presentación del fármaco y la respuesta individual del paciente. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y no ajustar la dosis o interrumpir el tratamiento sin su supervisión.
Efectos secundarios
La mesalazina es generalmente segura y bien tolerada. Sin embargo, como todos los medicamentos, puede causar efectos secundarios. Los más comunes son:
Dolor de cabeza
Náuseas
Diarrea
Dolor abdominal
Erupciones cutáneas
Es importante destacar que la mayoría de los efectos secundarios son leves y desaparecen por sí solos. Sin embargo, si experimentas efectos secundarios graves o persistentes, debes comunicárselo a tu médico.