Lágrimas artificiales: Alivio para la sequedad ocular
La sequedad ocular es una afección común que se produce cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o cuando estas se evaporan demasiado rápido. Esta condición puede causar molestias, irritación e incluso afectar la visión.
Síntomas de la sequedad ocular:
Sensación de sequedad, ardor o picazón en los ojos.
Sensación de cuerpo extraño o arenilla en los ojos.
Enrojecimiento de los ojos.
Visión borrosa que mejora al parpadear.
Sensibilidad a la luz.
Lagrimeo excesivo, como respuesta del ojo a la irritación.
¿Cómo actúan las lágrimas artificiales?
Las lágrimas artificiales son gotas oftálmicas que ayudan a aliviar los síntomas de la sequedad ocular al lubricar la superficie del ojo y complementar la producción natural de lágrimas.
Tipos de lágrimas artificiales:
Existen diferentes tipos de lágrimas artificiales disponibles en el mercado, cada una con una composición específica. Algunas contienen conservantes para prolongar su vida útil, mientras que otras son libres de conservantes, lo que las hace más adecuadas para personas con ojos sensibles. Es importante consultar con un profesional de la salud visual para determinar qué tipo de lágrimas artificiales son las más adecuadas para cada caso.
Recomendaciones:
Utilizar las lágrimas artificiales con la frecuencia recomendada por el profesional de la salud visual.
Evitar el uso de lentes de contacto si se experimenta sequedad ocular, o utilizar lágrimas artificiales específicas para usuarios de lentes de contacto.
Mantener una buena higiene ocular, lavándose las manos con frecuencia y evitando tocarse los ojos.
Evitar la exposición prolongada a ambientes secos, como aires acondicionados o calefacciones.
Parpadear con regularidad, especialmente al utilizar dispositivos electrónicos.
Mantener una dieta saludable rica en ácidos grasos omega-3.
Cuándo consultar a un profesional de la salud visual:
Es importante consultar a un profesional de la salud visual si se experimentan síntomas de sequedad ocular de forma persistente. El profesional podrá determinar la causa subyacente de la sequedad ocular y recomendar el tratamiento más adecuado.