La vacunación más allá de la infancia
A menudo asociamos la vacunación con la infancia, pero ¿qué ocurre cuando nos hacemos adultos? La vacunación en adultos es igual de importante para mantener nuestra salud y prevenir enfermedades.
La vacunación es una de las medidas de salud pública más efectivas y ha contribuido a salvar millones de vidas en todo el mundo. Aunque de pequeños recibimos la mayoría de las vacunas, nuestra inmunidad puede disminuir con el tiempo, por lo que las dosis de recuerdo son fundamentales.
¿Por qué es importante vacunarse en la edad adulta?
A medida que envejecemos, nuestro sistema inmunitario se debilita, haciéndonos más susceptibles a las enfermedades. Algunos factores que influyen en este proceso son:
Envejecimiento natural: Con el paso de los años, nuestro sistema inmunitario pierde eficacia.
Enfermedades crónicas: Algunas enfermedades como la diabetes o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pueden debilitar el sistema inmunitario.
Tratamientos médicos: Determinados tratamientos como la quimioterapia o los medicamentos inmunosupresores pueden afectar al sistema inmunitario.
Vacunas recomendadas en la edad adulta
Es importante consultar con nuestro médico para que nos indique qué vacunas necesitamos según nuestro historial médico y estilo de vida. Algunas de las vacunas recomendadas en la edad adulta son:
Difteria, tétanos y tosferina (dTpa): Se recomienda una dosis de refuerzo cada 10 años.
Gripe: Se recomienda la vacunación anual, especialmente en personas mayores de 65 años o con enfermedades crónicas.
Neumococo: Protege contra enfermedades como la neumonía, la meningitis y la sepsis. Se recomienda en personas mayores de 65 años o con factores de riesgo.
Herpes zóster: Protege contra la culebrilla, una enfermedad causada por el mismo virus que la varicela. Se recomienda en personas mayores de 50 años.
Vacunación y viajes
Si vamos a viajar al extranjero, es fundamental consultar con nuestro médico o un centro de vacunación internacional para conocer las vacunas recomendadas y obligatorias según el destino. Algunas de las vacunas que podríamos necesitar son:
Fiebre amarilla: Obligatoria para viajar a ciertos países de África y Sudamérica.
Hepatitis A y B: Recomendadas para viajeros a zonas con falta de saneamiento.
Fiebre tifoidea: Recomendada para viajeros a zonas con riesgo de contagio por alimentos o agua contaminados.
Recuerda que la vacunación no solo nos protege a nosotros mismos, sino también a las personas que nos rodean. Al vacunarnos, contribuimos a la inmunidad de grupo, protegiendo a aquellos que no pueden vacunarse por razones médicas.