La diabetes infantil tipo uno es un problema creciente en nuestra sociedad. Los niños que conviven con esta patología crónica necesitan una serie de cuidados diarios, como revisar sus niveles de glucemia o, en algunos casos, la administración de insulina. Pero ¿quién se encarga de proporcionarles estos cuidados mientras están en el colegio?
La realidad es que, en la mayoría de los casos,** los centros educativos no cuentan con una **enfermera escolar que pueda hacerse cargo de estas situaciones. Esto dificulta no solo el aprendizaje de los niños con diabetes, sino el de todos aquellos alumnos que conviven diariamente con enfermedades crónicas y que necesitan una serie de cuidados específicos en salud.
Qué aporta la enfermería escolar
Actualmente, en España uno de cada cuatro niños padece una enfermedad crónica. ¿Cómo podríamos solucionar esta situación? La respuesta es simple: con la presencia de una enfermera escolar, al menos en los centros educativos. Su labor no se localizaría únicamente en atender las necesidades de sus patologías, si no educar y formar en hábitos de vida saludables, que son fundamentales para prevenir la aparición de la diabetes, y formar a futuras generaciones más sanas y concienciadas de la importancia de la salud.
Esto es precisamente lo que se reivindica desde la Federación Española de Diabetes y la Asociación Nacional Internacional de Enfermería Escolar. La presencia de esta figura en los centros educativos.
Situación actual de la enfermería escolar
A día de hoy el déficit de la presencia de estas profesionales es más que patente, pues sólo se cuenta con una enfermera escolar por cada 6.685. Sin embargo, con el compromiso de las administraciones públicas y las entidades de pacientes y profesionales sanitarios, se puede avanzar en la dirección correcta.