Las hemorroides son estructuras fisiológicas que tenemos al final del aparato digestivo, justo en el ano, y que ayudan a la expulsión de las heces. Son estructuras fisiológicas normales. Las tenemos todos los que no nos hemos operado de las hemorroides. Todos tenemos hemorroides.
Sin embargo, hay gente que tiene problemas a consecuencia de sus hemorroides. Generalmente, son estas personas las que dicen que tienen hemorroides. La gente que se queja de hemorroides, en general, refiere que le pican, le sangran o le duelen.
Síntomas de las hemorroides
Picor, sangre y dolor son los tres síntomas principales que dan las hemorroides cuando se hinchan, y la razón por la que el paciente suele preguntar al médico. Pueden aparecer durante la deposición o, incluso, aunque no se haga deposición.
¿Cómo se diagnostican las hemorroides?
Para hacer un diagnóstico correcto de los problemas de hemorroides, a veces, basta con hacer un tacto rectal, pero no suele ser suficiente para hacer un buen diagnóstico.
Hay que hacer una anoscopia, que consiste en introducir un tubo a través del ano que nos permite ver exactamente cuál es el origen de los problemas de hemorroides, porque muchas de ellas tienen origen interno y no se ven externamente.
Tratamiento de las hemorroides
El tratamiento de las hemorroides es variable porque depende principalmente del grado de molestias que uno tenga y, sobre todo, del grado de las hemorroides.
Las hemorroides, dependiendo del grado de desarrollo que tienen, se clasifican en cuatro grados. Las que suelen ser patológicas son las de grado dos, tres y cuatro.
Por tanto, hay que ver qué grado de hemorroides tiene el paciente para determinar el tratamiento, que puede ir desde la aplicación de una crema o baños de asiento hasta sustancias que se toman vía oral, o incluso tratamientos locales de las hemorroides, llegando incluso a la cirugía.