En otro de nuestros vídeos te hemos explicado en qué consiste el reflujo ácido en el bebé. Ahora, te contamos cómo ha de ser la evolución y el tratamiento.
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PediatríaEn otro de nuestros vídeos te hemos explicado en qué consiste el reflujo ácido en el bebé. Ahora, te contamos cómo ha de ser la evolución y el tratamiento.
En este artículo, abordaremos la evolución del reflujo ácido en bebés y cómo se maneja este problema común. El reflujo ácido ocurre cuando el contenido del estómago del bebé regresa al esófago, causando molestias y diversos síntomas.
Los bebés con reflujo ácido pueden presentar síntomas como:
Interrupción de las tomas con llanto.
Arquear la espalda durante o después de la alimentación.
Despertares nocturnos con llanto.
Muecas faciales que sugieren asco o dolor.
Dificultad para tragar.
El tratamiento del reflujo ácido en bebés se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del bebé y sus padres.
El tratamiento del reflujo ácido en bebés suele ser efectivo en un plazo de 3 a 10 días. Durante este tiempo, los padres pueden notar una disminución significativa de los síntomas.
El tratamiento se mantiene generalmente durante un par de meses, ajustando la dosis de la medicación a medida que el bebé crece y gana peso. En algunos casos, puede ser necesario aumentar la dosis si los síntomas reaparecen.
Es importante destacar que la evolución del reflujo ácido puede verse afectada por diversos factores, entre ellos las estaciones del año.
En primavera y otoño, es común que los problemas de estómago, incluido el reflujo ácido, empeoren. Esto se debe a que los cambios de estación pueden alterar los patrones de sueño del bebé.
Durante estas épocas, la producción de melatonina, hormona que regula el sueño, puede verse afectada por los cambios en la cantidad de luz solar. Esto puede resultar en un sueño menos reparador y un aumento del estrés, lo que a su vez puede aumentar la secreción de ácido en el estómago.
Es fundamental que los padres estén atentos a la posible reaparición de los síntomas durante los cambios de estación. Si el bebé presenta molestias, es importante consultar al pediatra para evaluar la necesidad de reiniciar o ajustar la medicación.
El reflujo ácido es un problema común en bebés, pero en la mayoría de los casos es una condición transitoria que se resuelve con el tiempo y el tratamiento adecuado.
Evolución del reflujo ácido en bebés. Ya explicamos en otro vídeo en qué consistía el reflujo ha sido Básicamente es que los niños, al principio cuando nacen, no producen, prácticamente ha sido en su estómago. Pero conforme van pasando las primeras semanas de vida llega un momento que sigue empiezan a producir y a veces se pasa a ver se producen más cantidad de la que sería necesaria Cuando. Eso ocurre. Lo que lo notamos al bebé es que empieza a interrumpir las tomas llorando y arqueando se hacia atrás, empieza a despertarse de noche, arqueando, sea cerrada y lo que hace muchas veces también que empieza a tener muecas como si fueran de asco, porque se le viene en los restos de la comida con acidez hacia la comida. Empezar en la cara de y lo vemos que está tragando continuamente, pero con sensación de incomodidad, sensación de dolor. Ya explicamos en ese momento que el tratamiento del reflujo ha sido fundamentalmente refugio, reducir las ideas del estómago y eso lo hace igual con medicación. Pero cuanto tiempo, Cómo evolucionan? Después? Cuando un niño empezamos a tratar, lo solemos notar que la mejoría se produce entre tres y diez días después de empezar el tratamiento. Y esa mejoría es clarísima. El niño, deja de interrumpir las tomas, deja de invertarse acercándose hacia atrás. Lo que nos encontramos es que van pasando la semana. Parece que iba bien y si sigue bien ese ese tratamiento se mantendría durante un par de meses a los dos meses si no ha hecho falta sobre el lado. Si en realidad, como si lo hubiéramos ido bajando poco a poco porque el niño ido ganando peso y hemos mantenido la misma cantidad de medicación. Es como si estuviéramos dando menos medicación en función de su peso. Cuando pasan esos dos meses y sigue bien, vamos bajando la medicación hasta que la eliminamos y consideramos que entonces sea resuelto. El problema Pero el caso de los cuales conforme el niño va ganando peso, reaparece, nos robe los síntomas y eso es lo que nos está diciendo. Es que si lo estamos manteniendo bien mientras la dosis de la adecuada. Pero en cuanto el niño gana peso, se nos queda corta. Tenemos que aumentar el revelado si se tiene que ir alargando progresivamente el tratamiento hasta que pase dos meses sin que necesitamos tener que volver a subir la y luego otra cosa que también influye que no se suele tener en cuenta. Y en la estación de la todos los problemas de estómago tienden a empeorar en primavera y en otoño. Y un niño de, por ejemplo, empezó con el reflujo ha sido en verano y que ya no teníamos prácticamente controlado. De repente llega el otoño e incluso a veces ya lo habíamos quitado hasta la medicación. Y empieza otra de la madre que lo llevo notando unos días que que ha empezado otra vez con los mismos síntomas. Se arquea, llora, está incómodo, se despierta de noche. Eso significa que tenemos que volver a poner otra vez tratamiento cuanto tiempo, el tiempo necesario para ese cambio de estación. Y por qué se produce eso? Pues se produce porque los cambios de estación cambia también nuestro hábito de sueño. Cuando un niño llega el momento de dormirse. Si coincide con el momento del oscurecer melatonina que produce nuestro cerebro en función de la iluminación que hay, no ayuda a que ese sueño sea más reparador. Cuando cambia la estación, se desajusta la hora a la que nos dormimos. Con la hora en la que oscurece y eso hace que el sueño sea malo, reparador, aumentan. Es la situación de estrés y eso aumenta la secreción de ácido. Por eso son periodos transitorios. Tenemos que entender que esa fase son normales. Está atenta a ella y cuando haga falta, volver a poner si hace falta la medicación o modificar la dosis. Pero al final, si lo hacemos bien, el reflujo de algo pasajero y que acabará cediendo.