Transcripción del Audio
el óxido de probióticos en la práctica clínica debe estar sustentado por pruebas derivadas de ensayos clínicos aleatorizados en los que el uso de una cepa probiótica determinada, usada a una dosis establecida para una indicación específica y en una población concreta, demuestra unos efectos superiores a los conseguidos por un placebo. La existencia de gran cantidad de este tipo de trabajos permite que se puedan realizar estudios de una mayor relevancia en los que estos ensayos clínicos se analizan. En conjunto, estos estudios, denominados metanálisis, suponen el nivel más elevado de evidencia científica disponible. No todos los probióticos existentes en el mercado tienen el mismo número de estudios para evaluar su uso en una patología o en otra. Las sociedades científicas suelen realizar unas revisiones de las evidencias disponibles para cada probiótico en las diferentes indicaciones clínicas y establecen unas recomendaciones de su uso basado en dichos niveles de evidencia. Existen dos sistemas principales de ordenación de los niveles de evidencia el sistema GRATE, que establece cuatro niveles de valoración de la certeza de la violencia desde elevada a moderada baja y muy baja, y la clasificación de Oxford, que clasifica los niveles de evidencia desde un nivel uno correspondiente a revisiones sistemáticas de ensayos clínicos con metanálisis hasta un nivel cinco. Dos importantes sociedades científicas, como son la ABAN y la W G O, habían publicado recientemente sus recomendaciones sobre el uso de probióticos en esta población y se ha presentado un resumen de las mismas. Brevemente, podemos resaltar las principales recomendaciones basadas en evidencia científica que se recogen en dichas vías. Quizá la recomendación más importante, dada la elevada prevalencia en población infantil de la diarrea aguda, es el alto grado de evidencia del que se dispone para el uso de determinados probióticos. Para esta indicación. Saga OMIC, Bullard, Lactobacillus Ram, Nous G, La Toba, CLS, Reuter, DSM diecisiete, Novecientos treinta y ocho y la mezcla de dos Lactobacillus El RAM Nous y Er Rete son los probióticos con un nivel de evidencia más alto para su uso en diarrea aguda en niños. De forma más resumida, podemos destacar también que existen otras enfermedades digestivas pediátricas en las que se dispone de su eficientes evidencias científicas para recomendar el uso de probióticos en su tratamiento. La diarrea nosocomial, la diarrea asociada al uso de antibióticos, la infección polio after phylori, la colitis lucero, el cólico del lactante y los cuadros de dolor abdominal funcional son algunas de las patologías en las que se recomienda el uso de probióticos. En otras ocasiones, las evidencias disponibles permiten recomendar el uso de probióticos en la prevención de alguna de estas enfermedades digestivas pediátricas, como es el caso de la enterocolitis necrotizante neonatal. Asimismo, las evidencias científicas permiten desaconsejar el uso de probióticos en determinadas patologías, como es el caso del estreñimiento funcional. Para finalizar, destacar que los estudios científicos continúan desarrollándose, incluyendo nuevos probióticos y nuevas indicaciones terapéuticas, lo que obliga a los clínicos a una labor de actualización permanente para conocer las novedades en este fascinante campo de la medicina.