La leche materna o de fórmula es el alimento principal durante el primer año de vida del bebé. A partir de esta edad, y de forma gradual, la leche pasa a un segundo plano en la alimentación del niño, tomando mayor importancia la alimentación complementaria.
La leche después del primer año
A partir del primer año de vida, la alimentación complementaria cobra mayor importancia. Si bien la leche sigue formando parte de la dieta, su papel principal pasa a ser el de complemento alimenticio. Es fundamental que la dieta del niño sea variada y equilibrada, incluyendo alimentos de todos los grupos: frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes, pescados y huevos.
Transición gradual
La transición de la leche como alimento principal a un segundo plano debe ser gradual. No se trata de eliminar la leche de golpe, sino de ir reduciendo la cantidad que toma el niño a medida que se introducen nuevos alimentos en su dieta. Es importante que el niño siga tomando leche hasta los dos años de edad, ya que le aporta calcio y vitamina D, nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo.
Tipos de leche
A partir del año, se puede ofrecer al niño leche entera de vaca, siempre que no exista alergia o intolerancia. También se puede optar por leche de fórmula de continuación, que está adaptada a las necesidades nutricionales de los niños a partir del año de edad. Es importante consultar con el pediatra para que nos aconseje sobre el tipo de leche más adecuado para nuestro hijo y la cantidad diaria recomendada.