El lupus es una afección del sistema inmunológico que protege nuestro cuerpo contra bacterias y virus. Esta afección se produce por que el sistema inmunológico se confunde y produce anticuerpos que atacan diferentes partes del cuerpo, como las articulaciones, los pulmones, los riñones, el cerebro o la piel en este último caso se denomina lupus eritematoso cutáneo.
La enfermedad del lupus se caracteriza por presentar periodos de actividad llamados brotes, alternados con periodos de remisión o latencia. Aunque se desconoce la causa exacta, se cree que puede ser resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y hormonales. Sin embargo, sí se conocen algunos desencadenantes de los brotes, como la exposición al sol y la luz ultravioleta en cabinas o lámparas fluorescentes y halógenas, ciertos medicamentos, el estrés y las lesiones graves o cirugías.
Lupus Eritematoso Cutáneo
Aunque el lupus puede afectar a cualquier persona, es más común en mujeres de entre 15 y 55 años. Además de la piel, puede afectar diferentes órganos del cuerpo. Cuando afecta principalmente a la piel, se le conoce como lupus eritematoso cutáneo. Una de las lesiones cutáneas más conocidas, aunque no la más frecuente, es el eritema en alas de mariposa, que se manifiesta como un enrojecimiento en las mejillas y el dorso de la nariz, especialmente después de la exposición al sol. Esta característica es típica de las personas que tienen lupus eritematoso sistémico.
Tipos Lupus Eritematoso Cutáneo
Dentro del lupus eritematoso cutáneo, los tipos más comunes son el subagudo y el discoide. El lupus eritematoso cutáneo subagudo se presenta con lesiones en forma de anillos rojos intensos con escamas blanquecinas, que suelen localizarse en las áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello, el escote y la parte superior de la espalda. Estas lesiones pueden dejar zonas blancas al sanar y suelen dispersarse por el cuerpo. En los análisis, a menudo se detectan autoanticuerpos, especialmente los anticuerpos antinucleares y anti-ADN. Aproximadamente el 50% de los pacientes con lupus eritematoso cutáneo subagudo cumplen los criterios de lupus eritematoso sistémico, aunque generalmente presentan una forma más benigna de la enfermedad.
En el caso del lupus eritematoso cutáneo crónico, el más frecuente es el llamado "discoide". Este tipo de lupus se caracteriza por la aparición de erupciones con forma de disco de borde rojo intenso y escamas blancas en las áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello y los brazos. Estas lesiones pueden ser localizadas o más generalizadas, dejando cicatrices en algunas ocasiones. Solo alrededor del 5% de las personas con lupus eritematoso cutáneo discoide generalizado desarrollarán lupus eritematoso sistémico.
Diagnóstico del Lupus Eritematoso Cutáneo
Ante la sospecha de lupus eritematoso cutáneo, el médico realizará análisis de sangre y orina para detectar la presencia de los anticuerpos asociados a la enfermedad. También se puede realizar una biopsia de piel y, si se sospecha una afectación más generalizada, se pueden solicitar radiografías, electrocardiogramas y otras pruebas para evaluar la extensión del lupus.
Tratamiento del Lupus Eritematoso Cutáneo
En cuanto al tratamiento del lupus eritematoso cutáneo, se pueden utilizar corticoides tópicos en casos leves y, en casos más graves, se pueden recetar corticoides orales. En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos antipalúdicos, que también se emplean para tratar la malaria, y medicamentos inmunosupresores para regular el sistema inmunológico.
Es importante que las personas con lupus cutáneo realicen cambios en su estilo de vida para llevar una vida activa y productiva. Deben evitar la exposición al sol mediante el uso de cremas protectoras, gorros y ropa adecuada. También es recomendable buscar la sombra en los días de mayor exposición solar, evitar las cabinas de bronceado y, en caso de tener sensibilidad a la luz, alejarse de las lámparas fluorescentes y halógenas. En algunos casos, se puede aplicar un filtro ultravioleta. Además, es fundamental dejar de fumar y llevar un estilo de vida saludable.
En resumen, el lupus es una enfermedad crónica del sistema inmunológico que puede afectar diferentes órganos del cuerpo. Su manifestación en la piel se denomina lupus eritematoso cutáneo y puede presentarse en formas subagudas o crónicas. Si se sospecha de lupus, es importante consultar a un médico para realizar los análisis y pruebas necesarios. El tratamiento del lupus cutáneo puede incluir el uso de corticoides y otros medicamentos para controlar la enfermedad. Aquellos que viven con lupus deben adoptar medidas para protegerse del sol y llevar un estilo de vida saludable.