¿En qué consiste el examen neurológico que se realiza, entre otras cosas, para determinar si una persona padece esclerosis múltiple?
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Mejora de la Información al Paciente (MiPA)Esclerosis múltiple¿En qué consiste el examen neurológico que se realiza, entre otras cosas, para determinar si una persona padece esclerosis múltiple?
Explicaremos en qué consiste la evaluación neurológica que se realiza de manera rutinaria para determinar si una persona padece o no esclerosis múltiples, entre otras pruebas complementarias.
El primer paso en el proceso diagnóstico es conocer la historia clínica del paciente. La historia clínica es un registro detallado del estado de salud. En ella se recoge información sobre antecedentes médicos, los medicamentos que se están tomando, alergias o hábitos de vida. Esta información es fundamental para poder realizar un diagnóstico adecuado, ya que permite conocer los factores de riesgo u otras condiciones que puedan influir en el desarrollo de una enfermedad como la esclerosis múltiple.
Una vez recogida la historia clínica, se procede a registrar todos los síntomas pasados y presentes que puedan estar relacionados con la esclerosis múltiple. Recuerda que a la esclerosis múltiple se la conoce como la enfermedad de las mil caras porque no se presenta igual en todos los pacientes. Un buen registro de los síntomas permite, además, descartar otras enfermedades que pudieran tener síntomas parecidos a los de la esclerosis múltiple, lo cual facilita el diagnóstico. Los médicos te preguntarán cuándo aparecieron los síntomas, con qué frecuencia y duración se presentan, y sobre alteraciones sensitivas, debilidad muscular, problemas de coordinación, de vista, de micción o defecación, entre otros.
Teniendo en cuenta los dos tipos fundamentales de esclerosis múltiple —la remitente recurrente, que es la más frecuente, y la primariamente progresiva— también indagarán sobre la presencia de posibles brotes o de un empeoramiento lento y progresivo. Los brotes son episodios de síntomas neurológicos que duran al menos veinticuatro horas y que ocurren en diferentes momentos y en diferentes áreas del cerebro o de la médula.
Si se sospecha que el paciente padece esclerosis múltiple, se realizará una exploración neurológica completa para observar la función neurológica. Se podrá ver si hay debilidad, alteraciones de la coordinación o de la sensibilidad, cambios en la postura, en la marcha o en los reflejos, entre otros. Lo que se observa se cuantifica mediante la escala EDSS (Expanded Disability Status Scale), que mide la discapacidad observada y cuya puntuación se mueve entre cero y diez.
Vamos a ver en qué consiste esta exploración:
Nervios craneales: se evalúa la agudeza visual, el fondo de ojo, la motilidad ocular, la sensibilidad facial, la fuerza de los músculos de la cara y la capacidad del habla y la deglución, entre otros.
Sistema motor: se evalúa la capacidad para desarrollar actividades rutinarias y la fuerza de los distintos grupos musculares del cuerpo. También se estudian distintos reflejos que indican un posible daño en las vías motoras.
Coordinación y estabilidad: se le pedirá a la persona que camine de forma normal, así como de puntillas y talones. Posteriormente, caminará con un pie delante del otro en línea recta y se mantendrá con los pies juntos y los ojos cerrados para evaluar la estabilidad, en la llamada prueba de Romberg. También realizará una prueba donde deberá llevar de forma repetitiva su dedo a la nariz y el talón de un pie a la rodilla del otro para arrastrarlo por la cara anterior de la pierna.
Sensibilidad: se estudia el grado de sensibilidad en diferentes zonas del cuerpo utilizando una aguja, un clip o un cepillo. Además, se evalúa la capacidad para detectar la vibración con un diapasón en distintos puntos del cuerpo.
Función urinaria y defecatoria: se le preguntará al paciente por problemas urinarios, como la urgencia de ir al baño, la dificultad para liberar o retener la orina, y por problemas de defecación, como estreñimiento o incontinencia, para una evaluación completa de todas las funciones neurológicas.
Función cognitiva: se le preguntará al paciente si ha notado problemas de memoria, concentración o agilidad mental, así como la presencia de fatiga y su intensidad.
Capacidad para caminar: la última pegunta será acerca de la capacidad para caminar de forma autónoma o con ayuda de un bastón o andador. Los profesionales querrán conocer la distancia y la duración de la marcha, ya que son un buen indicador de la capacidad funcional.
estamos en Hospital Ramón y Cajal y aquí vamos a hacer una evaluación diagnóstica para saber si tienes esclerosis múltiple. No te preocupes, son pruebas rutinarias comunes que los profesionales de la Unidad de Esclerosis Múltiple del hospital estamos más que acostumbrados a realizar y te las vamos a explicar en este vídeo, pero antes vamos a ver qué hay que tener en cuenta antes de realizar dar cualquier prueba, la configuración de la historia clínica que incluye los síntomas y la exploración neurológica. El primer paso en el proceso diagnóstico siempre es conocer tu historia clínica, que no es más que un registro que nos detalle tu estado de salud En la historia recogeremos información sobre los antecedentes médicos, qué medicamentos estás tomando, si tienes alergia o cuáles son tus hábitos de vida. Toda esta información es importante como contexto para poder realizar cualquier diagnóstico, ya que nos permite conocer los factores de riesgo u otras condiciones que puedan influir en el desarrollo de una enfermedad como la esclerosis múltiple. Una vez recogida la historia clínica, procederemos a registrar todos los síntomas pasados y presentes que puedan estar relacionados con la esclerosis múltiple de cara a configurar la evolución y estado actual de la enfermedad. Recuerda que a la esclerosis múltiple se la conoce como la enfermedad de las mil caras porque no se presenta igual en todos los pacientes. Un buen registro de los síntomas nos permite además descartar otras enfermedades que pudieran tener síntomas parecidos a los de la esclerosis múltiple, lo cual nos facilita mucho el diagnóstico. Te preguntaremos cosas como cuándo aparecieron los síntomas, con qué frecuencia, con qué duración se presentan las alteraciones sensitivas, la debilidad muscular, los problemas de coordinación o de vista, las alteraciones de la micción o defecación, etc. Teniendo en cuenta los dos tipos fundamentales de esclerosis múltiple la remitente recurrente, que es la más frecuente y primariamente progresiva, también indagamos sobre la presencia de posibles brotes o de un empeoramiento lento y progresivo. Los brotes son episodios de síntomas neurológicos que duran al menos veinticuatro horas y que ocurren en diferentes momentos y en diferentes áreas del cerebro o de la médula. Hola, ya lo has visto. Tu historia clínica, con los síntomas que tenga, nos ayudará mucho. A partir de ahí, si sospechamos que padeces estenosis múltiple, te realizaremos una exploración neurológica completa que servirá para observar tu función neurológica. Es decir, podremos ver si hay debilidad, si hay alteraciones de la coordinación o de la sensibilidad. Así como aprecia si hay cambios en tu postura, en la marcha o en tus reflejos, entre otros. Lo que apreciamos en la exploración neurológica lo cuantificamos mediante la escala de DSS, que es una escala que mide la discapacidad observada y cuya puntuación se mueve entre cero y diez. Vamos a ver en qué consiste esta exploración. Los nervios craneales son estudiados con distintas pruebas, como por ejemplo la medición de la agudeza visual o del fondo de ojo, la motilidad ocular, la sensibilidad facial, la fuerza de los músculos de la cara o la capacidad del habla o la devolución, entre otros. Evaluado el sistema motor de forma global, como la capacidad para desarrollar actividades rutinarias o de forma específica, analizando la fuerza de los distintos grupos musculares del cuerpo. Además, como complemento estudiamos distintos reflejos que nos indican un posible daño indirecto de las vías motoras. Te pediremos que camines de forma normal, así como de puntillas y talones. Posteriormente te pediremos que camines con un pie delante del otro en línea recta y que te mantengas con los pies juntos y los ojos cerrados para evaluar la estabilidad, algo que se llama la prueba de romper. Acabaremos con una sencilla prueba donde deberás llevar de forma repetitiva tu dedo a la nariz y el talón de un pie a la rodilla del otro para arrastrarlo por la cara anterior de la pierna. Con esta prueba estudiamos el grado de sensibilidad en diferentes zonas de tu cuerpo utilizando una aguja, un clip o un cepillo. Además, evaluaremos la capacidad para detectar la vibración con un diapasón en distintos puntos de tu cuerpo. Tranquilo, no duele nada. Te preguntaremos por problemas urinarios, ganas de ir corriendo, dificultad para liberar o retener la orina, etc. Y de defecación como estreñimiento o incontinencia que nos permiten una evaluación más completa de todas las funciones neurológicas. Para nosotros es muy importante preguntarte si has notado problemas de memoria, de concentración o de agilidad mental. También nos interesa saber si padeces de algún tipo de fatiga y de la intensidad de la misma. Nuestra última pregunta tratará acerca de tu capacidad para caminar de forma autónoma o con ayuda de un bastón o andador. Buscaremos conocer la distancia y la duración de la marcha, dado que son un buen estimado de tu capacidad funcional. Esto es todo. Esperamos que este vídeo te haya sido de mucha ayuda y recuerda que puedes verlo siempre que quieras. Nos vemos pronto.