El mieloma múltiple es una enfermedad maligna que afecta a la médula ósea, un órgano vital que se encuentra en el interior de los huesos, principalmente en los huesos largos. En condiciones normales, la médula ósea es responsable de la producción de células sanguíneas como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Sin embargo, en el caso del mieloma múltiple, estas células de la médula ósea se ven afectadas, específicamente las células plasmáticas que forman parte del sistema inmunitario y producen anticuerpos para defender el cuerpo contra las infecciones.
Sintomatología y diagnóstico del mieloma múltiple
El mieloma múltiple es una enfermedad sistémica que puede afectar a varios órganos del cuerpo. Los síntomas más comunes incluyen fatiga debido a la anemia, fracturas óseas espontáneas o dolor óseo debido a la afectación de los huesos, y mayor susceptibilidad a infecciones debido a la alteración del sistema inmunitario.
Otros síntomas menos evidentes pero igualmente significativos pueden incluir aumento del calcio en la sangre, problemas renales y síntomas relacionados con la insuficiencia renal.
El diagnóstico del mieloma múltiple puede ser desafiante, ya que los síntomas pueden ser inespecíficos y los hallazgos en las analíticas pueden ser sutiles.
A menudo, los pacientes experimentan síntomas durante semanas o meses antes de que se realice un diagnóstico. La sospecha clínica basada en los síntomas guía la realización de pruebas diagnósticas, que pueden incluir análisis de sangre, recogida de orina de veinticuatro horas y pruebas de imagen como escáneres, TAC y resonancias magnéticas. Sin embargo, el diagnóstico definitivo se realiza mediante un procedimiento llamado mielograma, que implica la obtención de una muestra de médula ósea para detectar la enfermedad.
Tratamiento del mieloma múltiple
El mieloma múltiple requiere tratamiento inmediato una vez diagnosticado. El enfoque del tratamiento varía según las características individuales del paciente. El seguimiento del tratamiento se realiza mediante visitas ambulatorias regulares cada tres o cuatro semanas, donde se realizan análisis de sangre y se evalúa la tolerancia y eficacia del tratamiento. Estos seguimientos son clave para observar la evolución de la enfermedad a lo largo del tiempo y ajustar el tratamiento según sea necesario.
El mieloma múltiple es una enfermedad compleja que afecta a la médula ósea y requiere un enfoque multidisciplinario para su diagnóstico y tratamiento.
La comprensión de los síntomas y el seguimiento regular son fundamentales para manejar esta enfermedad de manera efectiva y mejorar la calidad de vida de los pacientes.