Dexketoprofeno: ¿Qué es y para qué sirve?
El dexketoprofeno es un medicamento clasificado dentro del grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), al igual que el ibuprofeno. Actúa inhibiendo la enzima ciclooxigenasa, responsable de la formación de prostaglandinas, moléculas que participan en la inflamación y el dolor.
Este medicamento se utiliza para el tratamiento del dolor leve o moderado, como:
Dolor muscular
Dolor menstrual
Dolor dental
El dexketoprofeno también está indicado para el tratamiento sintomático del dolor agudo de moderado a intenso en casos donde la administración oral no es adecuada, como el dolor postoperatorio, el cólico renal o el dolor lumbar.
Presentaciones y dosis
El dexketoprofeno está disponible en diferentes presentaciones:
Comprimidos
Cápsulas
Solución oral
Solución inyectable
Gel tópico
La dosis adecuada varía en función de la presentación, la intensidad del dolor y la respuesta individual del paciente. Siempre se debe seguir la dosis y duración del tratamiento recomendado por el médico o farmacéutico.
Posibles efectos secundarios
Como todos los medicamentos, el dexketoprofeno puede causar efectos secundarios, aunque no todas las personas los experimentan. Los efectos secundarios más comunes son de tipo gastrointestinal, como:
Náuseas
Vómitos
Dolor abdominal
Diarrea
La administración inyectable puede causar dolor e inflamación en el lugar de la inyección. El gel tópico puede producir dermatitis en la zona de aplicación.
Precauciones
Es importante tener en cuenta algunas precauciones antes de tomar dexketoprofeno:
No se debe utilizar durante el embarazo ni la lactancia.
Se debe evitar su uso en personas con antecedentes de úlceras gástricas o intestinales.
Puede interactuar con otros medicamentos, por lo que es importante informar al médico o farmacéutico sobre cualquier otro medicamento que se esté tomando.
Consejos para un uso seguro
Tomar el dexketoprofeno con alimentos o leche para reducir el riesgo de molestias estomacales.
No se debe exceder la dosis recomendada.
Si los síntomas persisten o empeoran, se debe consultar con un médico.
Es fundamental recordar que la información proporcionada en este artículo es solo orientativa y no sustituye la consulta con un profesional de la salud.