¿Sabías que el ejercicio físico influye en la microbiota intestinal? Hablamos de ello en este vídeo.
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Microbiota TV¿Sabías que el ejercicio físico influye en la microbiota intestinal? Hablamos de ello en este vídeo.
Te contamos qué relación existe entre deporte y microbiota, ¿cómo es su mpacto en la salud y el rendimiento de las personas?
Desde hace años se ha demostrado que el ejercicio físico beneficia la fisiología gastrointestinal y la microbiota.
Practicar deporte puede aumentar la diversidad microbiana, lo que mejora el metabolismo, la función inmunitaria y la salud en general. Sin embargo, la dieta sigue siendo el factor más determinante en la composición de la microbiota, incluso en los deportistas.
No todo ejercicio es beneficioso para la microbiota. La intensidad y el volumen del entrenamiento son factores clave, ya que el ejercicio extenuante puede comprometer el sistema inmunitario, aumentando el riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias. Estos efectos están asociados a cambios en la secreción de inmunoglobulina, una defensa natural del organismo.
Para contrarrestar los efectos inmunosupresores del ejercicio intenso, los probióticos, prebióticos y simbióticos pueden desempeñar un papel importante. Estos suplementos favorecen la producción de inmunoglobulina y fortalecen la respuesta inmunitaria, ayudando a prevenir infecciones y mejorar la composición de la microbiota intestinal.
Entre sus beneficios potenciales destacan:
Reducción de infecciones gastrointestinales y respiratorias.
Mejora del sistema inmunitario e interacciones inmunoneuroendocrinas.
Aumento de la diversidad microbiana y niveles antioxidantes.
Posible impacto positivo en el rendimiento deportivo.
Los efectos de la suplementación no son iguales para todos. Factores como el estrés, la inflamación o la composición de la microbiota determinan su eficacia. Investigaciones recientes sugieren que la administración de simbióticos tiene un mayor efecto antiinflamatorio y regulador en deportistas que en personas sedentarias.
Además, en personas con patologías como la fibromialgia, donde la actividad física es limitada, se ha observado que la suplementación con simbióticos ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la inflamación, mejorando la calidad de vida.
El impacto del ejercicio en la microbiota y la salud varía según cada individuo. La suplementación con simbióticos debe enfocarse en intervenciones personalizadas, considerando el estado de salud, el nivel de estrés y la composición de la microbiota.
A medida que avance la investigación, será clave adaptar estos suplementos para optimizar los beneficios del ejercicio y mejorar el bienestar general.
qué relación puede haber entre el deporte y la microbiota? Te lo cuento brevemente En este vídeo conocemos desde hace años que el ejercicio físico afecta beneficiosamente a la fisiología gastrointestinal, siendo cada vez mayor la evidencia científica sobre la relación entre el ejercicio, la dieta y la microbiota. Así, el ejercicio físico puede aumentar la diversidad de la microbiota y, como consecuencia, pues mejorar el metabolismo, la función inmunitaria y la salud. No obstante, la dieta parece ser también el factor más relevante en la modulación de la composición de la microbiota intestinal. También en los deportistas. En cualquier caso, las generalizaciones nunca son buenas consejeras y debemos remarcar que los efectos del ejercicio sobre la salud del tracto gastrointestinal también dependen del volumen y de la intensidad de aquel. Por ejemplo, el ejercicio extenuante puede inmuno comprometer al deportista con mayor riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias asociadas a cambios en la secreción de la inmunoglobulina. En este caso, los probióticos, probióticos y simbióticos podrían prevenir los efectos inmunosupresores, induciendo una estimulación de la secreción de esta inmunoglobulina y otras respuestas inmunitarias, tanto morales como celulares. Es lógico pensar que estos beneficios sean aún más necesarios en situaciones de disbiosis, en las que las alteraciones en la microbiota pueden afectar al rendimiento deportivo, aumentando la fatiga. En resumen, entre los efectos beneficiosos de los probióticos de los prebióticos y los simbióticos en la salud de los deportistas podríamos destacar la disminución en los síntomas y duración de las infecciones gastrointestinales y respiratorias, la mejora en la función del sistema inmunitario en las interacciones inmuno neuro en doctrinas, la influencia positiva en la composición y diversidad de la microbiota intestinal y el aumento de los niveles de antioxidante. Los efectos anteriores induciría, al menos indirectamente, un mejor rendimiento deportivo. No obstante, los efectos directos sobre el rendimiento de los deportistas no son todavía claros. En el contexto de las interacciones inmuno neuro endocrinas, debemos preguntarnos si la recomendación de los simbióticos debe ser igual en ausencia o presencia de disbiosis en deportistas frente a personas de vida sedentaria o en personas sanas frente a personas con patologías inflamatorias que impidan o dificulten la realización de actividad física. Según nuestras investigaciones, sería importante la administración de estos suplementos nutricionales de forma personalizada, atendiendo sobre todo a la situación de estrés, inflamación y composición de la microbiota intestinal del individuo o grupo de intervención. Por ejemplo, nosotros hemos observado que la suplementación con un simbiótico genera una mejor regulación, inmuno neuroendocrino en deportistas que en personas no deportistas, que se traduce en un mayor efecto antiinflamatorio y de mejora de niveles de estrés y ansiedad. Ello confirmaría que no necesariamente pueden extrapolarse los efectos obtenidos en la población general a los que puedan obtenerse en deportistas y viceversa, al menos en el contexto de las interacciones entre el sistema inmunitario y el neuro endocrino. Estudios en nuestro laboratorio también han mostrado que en personas con fibromialgia, con mucha dificultad para adherirse a programas de ejercicio físico que mejoren su salud gastrointestinal, la administración de un simbiótico comercial mejoró lo niveles de estrés, ansiedad y depresión, provocando además una elevación fisiológica del corte y sol que disminuyó su estado inflamatorio y mejoró su calidad de vida. Todo ello refuerza la idea de que la administración de estos simbióticos debe ir focalizándose poco a poco a intervenciones más personalizadas o al menos atendiendo a necesidades de cada grupo de intervención