¿Cómo pueden los especialistas en Geriatría y Gerontología ayudar a las personas mayores con multimorbilidad?
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Personas Mayores¿Cómo pueden los especialistas en Geriatría y Gerontología ayudar a las personas mayores con multimorbilidad?
El término multimorbilidad se utiliza para referirse a personas con 2 o más enfermedades crónicas. Esta situación se hace más frecuente conforme nos vamos haciendo mayores. De hecho, alrededor de un 60 % de las personas mayores de 65 años tienen multimorbilidad. Concretamente, en torno a 1/3 de los mayores de 65 años tienen 3 o más enfermedades crónicas.
La multimorbilidad tiene importancia porque las distintas enfermedades y sus respectivos tratamientos pueden interferir entre sí. Por ejemplo:
Las personas con problemas respiratorios debido a enfermedades cardiacas o pulmonares pueden encontrar dificultades a la hora de hacer ejercicio para perder peso, algo necesario para su diabetes tipo 2.
En cuanto a los tratamientos, algunos analgésicos para la osteoartritis pueden empeorar la enfermedad cardiaca.
La situación se complica conforme aumenta el número de enfermedades crónicas y/o si uno de los problemas de salud avanza y requiere tratamientos más complejos.
Un estudio científico realizado en Dundee (Escocia) analizó qué tratamientos necesitaría una mujer de 75 años con enfermedad cardiaca, EPOC, diabetes tipo 2, osteoartritis y depresión. Identificaron que, de acuerdo con las guías nacionales e internacionales, esta mujer tendría que comenzar a tomar 11 fármacos. Además, la paciente requeriría 9 cambios en su estilo de vida, incluyendo algunos difíciles de adoptar, como:
Hacer más ejercicio
Cambiar de dieta
Perder peso
Dejar de fumar
También necesitaría 5 revisiones médicas anuales y ser vista por hasta 4 equipos sanitarios distintos.
Cada una de estas recomendaciones está basada en ensayos controlados aleatorios, y deberían marcar la diferencia; sin embargo, para los pacientes, la situación podría tornarse insostenible en poco tiempo, especialmente, si una de las enfermedades crónicas que padecen es demencia.
Las personas con demencia pueden tener dificultades para seguir su tratamiento y suelen necesitar la ayuda de sus familiares. Abordar las enfermedades crónicas puede complicarse en estos casos al no conocer con seguridad qué tratamientos ha podido seguir el paciente y con cuáles ha tenido dificultades.
Afortunadamente, los profesionales sanitarios hemos comenzado a tomar consciencia de los riesgos asociados al abordaje de la multimorbilidad, y ahora sabemos cómo reducir el riesgo de daño.
“Los geriatras tenemos un papel fundamental para ayudar a las personas mayores de 70 años, que comienzan a tener mayor dependencia y fragilidad”, asegura el Dr. Adam Gordon.
Lo que hacemos es pensar en el paciente como individuo, en lugar de pensar en cada una de sus enfermedades por separado.
El primer paso es realizar una evaluación exhaustiva, que incluya una revisión detallada del estado de salud mental y bienestar del paciente, así como de su capacidad para realizar las tareas del día a día
También se analizan el entorno en el que vive la persona mayor y el apoyo con el que cuenta, incluyendo a sus familiares o cuidadores
Para ello, es necesario un equipo multidisciplinar, que normalmente está integrado por un enfermero, un fisioterapeuta, un terapeuta ocupacional y un médico.
Para personas con necesidades de salud especiales, puede ser necesaria también la ayuda de, por ejemplo, un trabajador social, un logopeda, un dietista, un podólogo, un ortopedista o un odontólogo.
Tras poner en común los resultados de sus evaluaciones, uno o más miembros del equipo deben reunirse con el paciente y sus familiares para considerar qué tratamientos son viables y de qué manera se ajustan a las prioridades de la persona mayor:
Algunos pacientes pueden querer minimizar los tratamientos farmacológicos, mientras que otros pueden preferir tomar todas las terapias preventivas disponibles.
Algunas personas pueden mostrar preocupación sobre el manejo de una enfermedad crónica en particular, por ejemplo, su diabetes, y pueden querer que esto tenga prioridad.
También pueden tener puntos de vista culturales o religiosos que determinen el abordaje de su salud.
Una vez que se ha acordado un plan de tratamiento con la persona mayor y sus familiares, es importante fijar una fecha para la revisión. Las enfermedades crónicas evolucionan con el paso del tiempo, y su manejo debe ir ajustándose periódicamente.
Un aspecto que puede suponer un reto a la hora de abordar las enfermedades crónicas, especialmente cuando una de ellas es la demencia, es que las personas viven con multimorbilidad hasta el día de su muerte. Puede ser difícil detectar cuándo un paciente está pasando de una fase activa de tratamiento en la que necesita varios medicamentos a otra en la que se acerca al final de su vida
En cambio, la tarea puede ser más sencilla cuando el equipo sanitario ha llegado a entender las preferencias del paciente y de su familia. Este factor es especialmente importante para poder apoyar a los familiares y cuidadores y orientarles a la hora de tomar decisiones complicadas.
En la mayoría de los países, no hay suficientes geriatras para coordinar la atención y cuidados de cada persona mayor con enfermedades crónicas. Sin embargo, los geriatras pueden brindar asesoramiento especializado para apoyar al equipo sanitario multidisciplinar, así como a los médicos de Atención Primaria en la toma de decisiones complejas
También pueden reunirse con los pacientes y sus familias para aconsejarles cuando se encuentren ante situaciones en las que no tengan claro cómo proceder. Por tanto, ¿qué debes hacer si eres una persona que tiene más de una enfermedad crónica o su cuidador?
El primer paso es consultar a los especialistas y al médico de Atención Primaria cómo interactúan entre sí las diferentes afecciones. “Si estás satisfecho con la atención médica que recibes, mantenla”, aconseja el Dr. Gordon. “Si no, o si el tratamiento o atención que recibes en el hospital están comenzando a sobrepasarte, es posible que debas consultar a un equipo de especialistas en personas mayores para recibir una evaluación geriátrica integral”, advierte.
Este equipo podrá trabajar junto al médico de Atención Primaria y al resto de médicos especialistas para establecer unas pautas de abordaje que tengan en cuenta todas tus afecciones y prioridades, ayudándote a encontrar un equilibrio razonable en la forma de abordar tus enfermedades crónicas en el futuro