Las infecciones graves en niños, aunque menos frecuentes en la actualidad gracias a las vacunas y los antibióticos, siguen siendo una preocupación para los padres. Es fundamental saber identificar los síntomas de alarma para actuar con rapidez y evitar complicaciones.
Infecciones graves: Qué las caracteriza
El Dr. Jesús Garrido, pediatra, destaca en este vídeo que todas las infecciones graves se caracterizan por un mal estado general del niño. Esto significa que el niño puede presentar debilidad, somnolencia, falta de apetito, vómitos, irritabilidad o cualquier otro comportamiento fuera de lo común.
Síntomas de alarma
Algunos síntomas específicos que deben alertar a los padres son:
Meningitis:
La meningitis es una inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Los síntomas incluyen:
Sepsis:
La sepsis es una respuesta extrema del cuerpo a una infección. Los síntomas incluyen:
Fiebre alta o temperatura corporal baja.
Frecuencia cardíaca acelerada.
Frecuencia respiratoria acelerada.
Confusión o desorientación.
Piel pálida, fría y húmeda.
Manchas rojas en la piel.
Mastoiditis:
La mastoiditis es una infección del hueso mastoides, ubicado detrás de la oreja. Los síntomas incluyen:
Pielonefritis:
La pielonefritis es una infección renal. Los síntomas incluyen:
Actuación ante la sospecha de infección grave
Ante la sospecha de que un niño pueda tener una infección grave, es crucial actuar con rapidez. El Dr. Garrido recomienda mantener la calma y trasladar al niño al hospital de inmediato. Un diagnóstico y tratamiento antibiótico oportunos son fundamentales para combatir la infección y prevenir complicaciones.