Alimentación complementaria: cuándo empezar

La alimentación complementaria, es decir, la introducción de alimentos sólidos en la dieta del bebé, es un hito importante en el desarrollo del bebé. Pero ¿cuándo es el momento adecuado para empezar?

Alimentación complementaria: cuándo empezar

Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría (AEP), la lactancia materna exclusiva se recomienda durante los primeros 6 meses de vida. A partir de esta edad, se puede empezar a introducir la alimentación complementaria, siempre y cuando el bebé muestre signos de estar preparado.

Signos de que el bebé está preparado para la alimentación complementaria

Algunos de los signos que indican que el bebé está preparado para empezar con la alimentación complementaria son:

• Muestra interés por la comida de los adultos.

• Puede mantenerse sentado con apoyo y controlar la cabeza.

• Ha perdido el reflejo de extrusión, es decir, ya no empuja la comida con la lengua hacia afuera.

Es importante recordar que cada bebé es diferente y se desarrolla a su propio ritmo. No hay que apresurarse en introducir la alimentación complementaria si el bebé no está preparado.

Consejos para introducir la alimentación complementaria

• Empezar por pequeñas cantidades de comida, una o dos cucharaditas al día, e ir aumentando la cantidad gradualmente.

• Ofrecer una variedad de alimentos de diferentes grupos alimenticios.

• Introducir los nuevos alimentos de uno en uno, con un intervalo de 2 o 3 días entre cada uno, para poder identificar posibles alergias o intolerancias.

• Ser pacientes y no forzar al bebé a comer si no quiere.

La introducción de la alimentación complementaria es un proceso gradual que requiere paciencia y atención. Si tienes dudas o preguntas, consulta con tu pediatra.