Los cambios en las heces de los bebés son muy frecuentes y pueden generar preocupación en los padres. Es importante saber identificar cuándo estos cambios son normales y cuándo debemos consultar con un pediatra.
Cambios en las heces del bebé: ¿Cuándo son normales?
El color, el olor, la consistencia y la frecuencia de las heces pueden variar a lo largo del día e incluso de un día para otro. Estos cambios pueden estar relacionados con la alimentación, la introducción de nuevos alimentos o simplemente con el proceso digestivo del bebé.
El Dr. Jesús Garrido, pediatra, explica que no debemos preocuparnos si el bebé presenta cambios en las heces, pero se encuentra bien, es decir, no tiene molestias de barriga, come bien, duerme bien y no presenta irritación en la zona del pañal. Incluso si el bebé tiene diarrea, pero se encuentra bien, no debemos alarmarnos.
¿Cuándo debemos preocuparnos por los cambios en las heces del bebé?
Es importante prestar atención a los siguientes signos de alerta:
Irritación del culito: Si el cambio en las heces se asocia a una irritación en la zona del pañal, es importante consultar con el pediatra, ya que puede ser un signo de que algo no va bien.
Cambios en el comportamiento: Si el bebé presenta cambios en su comportamiento, como disminución del apetito, alteraciones del sueño, llanto inconsolable o irritabilidad, junto con los cambios en las heces, es importante consultar con el pediatra.
¿Qué hacer si los cambios en las heces del bebé son perjudiciales?
Si se sospecha que los cambios en las heces del bebé no son normales, es importante consultar con el pediatra. El pediatra realizará una historia clínica completa, explorará al bebé y, en caso necesario, solicitará pruebas complementarias para determinar la causa de los cambios en las heces.
En función de la causa, el pediatra indicará el tratamiento más adecuado. En algunos casos, puede ser necesario realizar cambios en la alimentación, como por ejemplo, en caso de alergia o intolerancia a algún alimento. También puede ser necesario administrar probióticos para restaurar la flora intestinal o cremas para aliviar la irritación del culito.