Podemos mejorar la calidad de vida de las personas mayores
De acuerdo con la definición de la OMS, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no simplemente la ausencia de enfermedad. ¿Quién podría decir que está completamente bien, tanto física, como mental y socialmente? Prácticamente, nadie. Como ejemplo, una persona que lleve gafas o alguien con cavidades dentales no podría decir que tiene su salud al 100 %.
Muchas personas han reparado en esto a lo largo de los años, pero pocas han podido encontrar una definición de salud alternativa. Una posibilidad clave que deberíamos considerar es la coexistencia de la salud y la enfermedad. En otras palabras, es posible estar enfermo y tener salud al mismo tiempo.
Existe una gran cantidad de estudios que sugieren que mucha gente, incluyendo las personas mayores con enfermedades crónicas, considera que su salud es buena, muy buena o excelente, incluso a pesar de tener alguna enfermedad.
El papel de la autopercepción de la salud
Muchas publicaciones han señalado la discrepancia que existe entre la perspectiva del médico y la del paciente. La autopercepción de la salud puede ser un indicador alternativo y fiable de funcionabilidad, enfermedad crónica y salud mental.
Una encuesta canadiense realizada a más de 3.000 personas de 65 o más años evidenció este punto claramente. Mostró que un 86 % de los pacientes con una enfermedad, un 77 % de los que tenían dos e incluso un 51 % de quienes tenían tres o más enfermedades consideraban que su salud era buena, muy buena o excelente.
Un componente importante de la calidad de la atención percibida es la resiliencia: la capacidad de resistir, recuperarse y adaptarse a los problemas de salud.
Envejecer saludablemente tiene que ver con mantener las capacidades funcionales que nos permiten ser y hacer aquello que nos importa.
¿Cómo mejorar la calidad de vida de las personas mayores?
Debemos preservar nuestras habilidades físicas, mentales y sociales conforme nos hacemos mayores. También podemos adaptar el entorno (los alojamientos, los transportes, los espacios públicos…) para ayudar a las personas a preservar su salud, haciéndolos accesibles para quienes tengan diferentes necesidades y capacidades.
Si preguntamos a los pacientes por su punto de vista y por lo que echan en falta a nivel de atención, los pacientes aquejan que los médicos prestan poca atención a determinados síntomas. Por ejemplo, el estreñimiento, la fatiga o el insomnio son muy importantes para el paciente.
El apoyo emocional tampoco es suficiente, particularmente, en lo relativo a posibles sentimientos como miedo, tristeza o ansiedad.
Accesibilidad del Sistema Sanitario
En cuanto a la accesibilidad, las personas mayores también adolecen tener que esperar mucho tiempo hasta ser atendidos.
Otro estudio sugiere que algunos factores modificables que podrían mejorar la atención al paciente, como la empatía y la confianza, están estrechamente ligados a la percepción del paciente sobre la calidad de la atención que reciben, y que también guardan relación con los resultados clínicos.
La OMS lanzó en 2020 la Década del Envejecimiento Saludable 2021-2030, dirigida a cuatro áreas de actuación, desde la perspectiva de las personas mayores, que podrían ayudar a solucionar estos problemas.
Mejorar la calidad de vida de las personas mayores en 4 áreas
Prestación de atención integrada y centrada en la persona, servicios de atención primaria que respondan a las necesidades de los mayores.
Proveer acceso a cuidados de largo plazo para las personas mayores que lo necesiten.
Cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en torno a la edad y el envejecimiento.
Garantizar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores.
Necesitamos prevenir lo prevenible, tratar lo tratable y hacer frente a lo inevitable. Probablemente, los dos factores más importantes para un envejecimiento saludable y los más olvidados sean la felicidad y el amor.