Antioxidantes, fotoprotectores y retinoides son clave para cuidar la piel a partir de los 30. La piel a partir de los 30 años necesita cuidados específicos porque es en esta etapa de la vida cuando comienza el envejecimiento. Por eso, la Dra. Paloma Borregón, dermatóloga, ofrece en el vídeo algunos trucos para lucir siempre una cara bonita.
Cuidar la piel por las mañanas
Según la Dra. Borregón, la rutina ideal para cuidar la piel a partir de los 30 años por las mañanas implica aplicar siempre antioxidantes y fotoprotección.
Los antioxidantes bloquean los radicales libres, sustancias que genera nuestra piel de forma natural y que, sin embargo, originan oxidación. Los cosméticos con propiedades antioxidantes previenen el envejecimiento cutáneo prematuro y mejoran el aspecto de las arrugas y otras líneas de expresión. Existen diferentes ejemplos de antioxidantes, entre los que se encuentran las vitaminas A, C, E, el zinc, los betacarotenos, el resveratrol o la curcumina, entre otros.
La **fotoprotección **tiene un papel primordial en la prevención de problemas de la piel vinculados a la exposición solar, tales como el cáncer (melanoma), la aparición de lunares y manchas, las reacciones alérgicas… También retrasa la aparición de arrugas y otros signos del envejecimiento cutáneo, para los que el sol actúa como factor desencadenante. Puede ser tópica (cremas, geles, sprays…) y, en los últimos años, existe además la posibilidad de administrarse fotoprotección oral.
El truco de la Dra. Borregón: «Aplicar, por ejemplo, un sérum con vitamina C y, después, un protector solar 50+ durante todo el año».
Cuidar la piel por la noche
Por la noche, es importante desmaquillar la piel con agua micelar y lavar la cara tras retirar todos los restos de cosméticos para eliminar la suciedad y la grasa acumuladas durante el día. Después, la dermatóloga Paloma Borregón recomienda aplicar productos retinoides.
El **agua micelar **tiene función limpiadora del rostro, tanto del maquillaje como las células muertas y las partículas de suciedad que se acumulan en la piel a lo largo del día.
Los retinoides ayudan a la piel a regenerarse adecuadamente. Mejoran su apariencia e, incluso, pueden reducir líneas finas de expresión porque estimulan la producción de colágeno (proteína que otorga elasticidad a la dermis y cuya presencia natural en el organismo tiende a reducirse con el paso de los años). El retinol es el retinoide más popular entre los de venta libre, ya que en algunos casos esta sustancia debe ser recetada por el médico especialista.
El truco de la Dra. Borregón: «Aplicar retinoides antes de acostarse para que la piel se descame progresivamente para eliminar sus células muertas, ayudando a que esté más lista y menos arrugada».
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