¿Cómo se evalúan los riesgos durante el embarazo?
Durante el embarazo, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva de posibles riesgos para garantizar la salud tanto de la madre como del bebé. Esta evaluación, llevada a cabo por un profesional de la salud, como un ginecólogo, se basa en diversos factores que ayudan a identificar cualquier condición que pueda afectar el curso normal de la gestación.
Historia clínica:
La historia clínica de la mujer es el punto de partida. Se tienen en cuenta antecedentes médicos personales, como enfermedades preexistentes (diabetes, hipertensión, enfermedades autoinmunes, etc.), cirugías previas, y antecedentes familiares de enfermedades hereditarias.
Edad:
La edad de la mujer también juega un papel importante. Los embarazos a partir de los 35 años se consideran de mayor riesgo, al igual que los embarazos en adolescentes.
Pruebas específicas:
En función de la historia clínica y la edad, se realizan pruebas específicas para detectar anomalías cromosómicas en el feto, como el cribado combinado del primer trimestre o la amniocentesis. También se realizan análisis de sangre para detectar enfermedades infecciosas como la toxoplasmosis, la rubéola o el VIH, así como para controlar niveles de azúcar y proteínas en la orina.
Factores de riesgo durante el embarazo:
A lo largo del embarazo, también se monitorizan factores de riesgo como la diabetes gestacional, la preeclampsia o el parto prematuro. El objetivo es detectar cualquier complicación de manera temprana para poder actuar con rapidez y eficacia.
Importancia del seguimiento prenatal:
La evaluación de riesgos en el embarazo es un proceso continuo que se lleva a cabo durante todo el seguimiento prenatal. Acudir a las citas médicas, seguir las recomendaciones del profesional de la salud y mantener un estilo de vida saludable son pilares fundamentales para un embarazo seguro y sin complicaciones.