La conjuntivitis alérgica es una enfermedad muy habitual en nuestro medio, su principal síntoma afecta a los ojos, aparecen molestias, enrojecimiento y picor; también puede aparecer pero con menos frecuencia lagrimeo. «Esta patología suele ir acompañada de rinitis alérgica, que afecta a la nariz generando picor, estornudos y moquillo en forma de agua, lo que se conoce como rinorrea acuosa», explica la alergóloga Patricia Verdú. Sin embargo, no siempre tienen que darse las dos a la vez, la conjuntivitis alérgica puede darse de manera individual.
Causas más frecuentes de la conjuntivitis alérgica
Las causas más frecuentes suelen estar relacionadas con el contacto con los ácaros parásitos del polvo doméstico. «Son unos bichitos microscópicos de la familia de las arañas que se alimentan de restos de piel y se encuentran en zonas de los domicilios donde se puede acumular polvo como por ejemplo en ropas de cama, alfombras, cortinas, moquetas, peluches…», detalla la especialista.
El tratamiento de la conjuntivitis alérgica consiste en la administración de un antihistamínico para frenar el picor y de un colirio para hidratar el ojo y quitar ese picor y ese enrojecimiento en la mucosa. Además, si hay una causa clara, también existen vacunas específicas.
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