La cervicalgia es el dolor cervical o de cuello
La cervicalgia o dolor en la región cervical (zona del cuello) es una patología muy frecuente que afecta en gran medida a la calidad de vida. Suele provocar disminución de la actividad habitual y absentismo laboral.
Son numerosas las causas que pueden llevar al dolor en el cuello. Para entender mejor el dolor en el cuello, debemos describir la estructura de la columna cervical.
Tu columna cervical está compuesta por siete vértebras cervicales. Entre ellas, se sitúan los discos intervertebrales, los cuales sirven de amortiguadores y permiten la movilidad.
La columna protege la médula espinal, la cual discurre a través del canal vertebral. Las ramas de los nervios espinales salen de la columna a través de los espacios que hay a ambos lados de la misma. Estos nervios bajan hasta los brazos y son los responsables de la movilidad de los músculos y la sensibilidad en los brazos y manos.
Causas de la cervicalgia
En la mayor parte de los casos, el dolor cervical se encuentra relacionado con los músculos. Las contracturas musculares y las distensiones pueden provocar malestar y dolor.
También el dolor en el cuello puede tener su causa en la compresión de los nervios espinales. Los crecimientos óseos producidos por la artrosis (osteofitos) pueden producir presión contra los nervios. Los síntomas pueden variar según la causa de tu dolor y la gravedad de tu lesión.
Síntomas del dolor cervical
Es posible que tengas contracturas musculares que ocasionen limitación para doblar y girar el cuello, y puedes tener dolores de cabeza, lo cual se llama cefalea tensional.
Estos síntomas pueden empeorar con el movimiento. Los problemas en la región cervical pueden causar también dolor en los hombros. Incluso puedes sentir hormigueos y debilidad en el brazo y entumecimiento del brazo o la mano.
¿Cómo tratar la cervicalgia?
El tratamiento indicado en primer lugar son los analgésicos, el calor local y la rehabilitación y fisioterapia para el dolor cervical.
En aquellos casos en los que persiste el dolor, puede realizarse terapia intervencionista por unidades del dolor. Si persiste el dolor con afectación de la fuerza y sensibilidad y el tratamiento conservador no da resultado, será necesaria la valoración de un especialista de columna para determinar si existe necesidad de un tratamiento quirúrgico.