El carvedilol es un medicamento que pertenece al grupo de los betabloqueantes. Actúa produciendo vasodilatación, lo que significa que relaja los vasos sanguíneos y permite que la sangre fluya con mayor facilidad.
Debido a este efecto, el carvedilol está indicado en el tratamiento de:
Hipertensión arterial: El carvedilol ayuda a reducir la presión arterial alta al relajar los vasos sanguíneos.
Cardiopatía isquémica: El carvedilol mejora el flujo sanguíneo al corazón al dilatar las arterias coronarias.
Insuficiencia cardiaca congestiva sintomática: El carvedilol ayuda a mejorar la función del corazón en personas con insuficiencia cardíaca.
El carvedilol también está disponible en medicamentos en combinación con ivabradina, con indicación en el tratamiento de:
Angina de pecho crónica estable: El carvedilol ayuda a reducir la frecuencia y la intensidad del dolor en el pecho en personas con angina de pecho.
Insuficiencia cardiaca crónica con disfunción sistólica: El carvedilol, en combinación con ivabradina, mejora la función del corazón en personas con insuficiencia cardíaca y disfunción sistólica.
Es importante destacar que los medicamentos que contienen carvedilol, solos o en asociación, están sujetos a prescripción médica y se administran por vía oral. La dosis a emplear depende de la enfermedad de base, siendo común comenzar con dosis bajas y ajustarlas gradualmente según la respuesta del paciente.
Posibles efectos adversos del carvedilol
Aunque el carvedilol es un fármaco generalmente seguro, puede producir algunas reacciones adversas, entre las más frecuentes se encuentran:
Mareos
Dolor de cabeza
Hipotensión
Fatiga
Es fundamental seguir las indicaciones del médico y no interrumpir el tratamiento sin consultarlo previamente. La suspensión brusca del carvedilol puede tener consecuencias para la salud.