Bilastina: ¿Cuándo y cómo tomarla?
La bilastina es un fármaco antihistamínico de acción prolongada que se utiliza para aliviar los síntomas de las reacciones alérgicas. Actúa bloqueando los efectos de la histamina, una sustancia química que nuestro cuerpo libera durante una reacción alérgica.
Este medicamento está indicado para el alivio de los síntomas asociados a:
Rinitis alérgica estacional (fiebre del heno): caracterizada por estornudos, picor nasal, congestión nasal y ojos llorosos.
Rinitis alérgica perenne: se diferencia de la rinitis estacional en que los síntomas persisten durante todo el año.
Conjuntivitis alérgica: inflamación de la conjuntiva del ojo, que causa enrojecimiento, picor y lagrimeo.
La bilastina también puede utilizarse para aliviar el picor asociado a erupciones cutáneas.
¿Cómo se toma la bilastina?
La bilastina se presenta en forma de comprimidos, comprimidos bucodispersables y solución oral en gotas. Es importante destacar que la toma de bilastina con alimentos o zumos de frutas puede disminuir su eficacia.
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos recomienda:
Tomar el comprimido una hora antes de las comidas o dos horas después.
En caso de haber ingerido alimentos o zumos de frutas, esperar dos horas antes de tomar la bilastina.
Dosificación:
Adultos y adolescentes a partir de 12 años: la dosis recomendada es de 20 mg al día.
Niños: la dosis debe ser establecida por el médico, ya que varía en función del peso y la edad del niño.
Efectos secundarios de la bilastina
Los efectos secundarios más comunes de la bilastina son:
Dolor de cabeza
Somnolencia
Es importante tener precaución al conducir o manejar maquinaria peligrosa después de tomar bilastina, ya que puede verse afectada la capacidad de reacción.
Recomendaciones generales
No utilizar bilastina sin receta médica.
No exceder la dosis indicada por el médico.
El tratamiento sobrante debe desecharse en el punto SIGRE de la farmacia.
Es fundamental recordar que la información proporcionada en este artículo es meramente informativa y no debe sustituir en ningún caso la consulta con un profesional de la salud.