La diabetes de tipo 2 es muy común, afecta hasta el 13% de las personas adultas. Lo mismo pasa con la hipertensión, que puede afectar hasta al 40% de las personas de más de 25 años. Es frecuente que ambas patologías aparezcan en la misma persona y esto puede suponer un peligro. «Su asociación incrementa mucho, hasta 6 o 7 veces, la principal amenaza para las personas con diabetes que es sufrir problemas cardiovasculares», explica el endocrino Esteban Jódar.
Tratamiento de la presión arterial
Ante esta situación, hay que tratar la presión arterial adecuadamente, puesto que así se reducirán las complicaciones propias en la diabetes como el daño en el ojo, la retinopatía. Es frecuente que el médico pida a estos pacientes que se tomen la presión arterial justo antes de dormir y después de levantarse, incluso en algún otro momento del día. También puede sugerir el llevar un mapa, un sistema que se lleva puesto todo el día y que va registrando la presión arterial. Esto permite saber cuál es el patrón de presión durante la noche y así seleccionar el fármaco más adecuado.
Presión arterial normal
El objetivo de presión arterial es tener como máximo 140 y como mínimo 90. Para conseguir estas cifras en personas con diabetes se suelen usar fármacos que habitualmente se toman por la noche. Algunos de sus efectos secundarios más comunes suelen ser la tos o la aparición de disfunción o problemas sexuales. Si estos aparecen, no debes dejar de tomarlos, debes consultar con tu médico. También debes saber que existen otros nuevos fármacos para la diabetes que tienen algún efecto beneficioso bajando la presión arterial.
Lo que no se debe olvidar es la importancia de cuidarse a nivel general, tomando medias como: ingerir menos sal, hacer ejercicio, perder algún kilo, dejar de fumar
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